motivo de las guerras…
No son las religiones, no es la política, no es la búsqueda de la libertad, no es la intolerancia o el intento de acabar con un sátrapa. Éstos no son motivos…son disculpas ¿Y cuál es la finalidad de estas disculpas? Involucrar en las guerras a todos los ciudadanos que de otra manera se mantendrían ajenos a semejantes atrocidades ¿Y entonces cuales son los motivos que provocan las guerras? Pues como en muchas otras situaciones la avaricia, la usura y la codicia ilimitada de algunos. Pocos pero poderosos.
Existe un dicho muy representativo de los motivos de la guerra que más o menos dice: “A las guerras van jóvenes que ni se conocen ni se odian mandados por viejos que se conocen y se odian” Es una manera para explicar los orígenes de las guerras muy simple pero no por ello falto de razón.
Se enarbolan y propagan (incluso promocionan) ciertas banderas e ideas con el fin de crear el odio mientras tras ellas y muy cómodamente están sentados los realmente interesados, por uno u otro motivo, en provocar las guerras. Los promotores de estas fechorías ganan por partida doble: los beneficios que obtienen derivados de la guerra y el pasar completamente desapercibidos pues se supone que los motivos que provocaron las disputas fueron religiosos, políticos o cualquier otros. Son autores escondidos tras un seudónimo y cuando la población busca culpables los encuentra en el medio (el supuesto motivo que origina las guerras) y no en el motivo (los responsables viejos que se conocen y se odian)
Existe un dicho muy representativo de los motivos de la guerra que más o menos dice: “A las guerras van jóvenes que ni se conocen ni se odian mandados por viejos que se conocen y se odian” Es una manera para explicar los orígenes de las guerras muy simple pero no por ello falto de razón.
Se enarbolan y propagan (incluso promocionan) ciertas banderas e ideas con el fin de crear el odio mientras tras ellas y muy cómodamente están sentados los realmente interesados, por uno u otro motivo, en provocar las guerras. Los promotores de estas fechorías ganan por partida doble: los beneficios que obtienen derivados de la guerra y el pasar completamente desapercibidos pues se supone que los motivos que provocaron las disputas fueron religiosos, políticos o cualquier otros. Son autores escondidos tras un seudónimo y cuando la población busca culpables los encuentra en el medio (el supuesto motivo que origina las guerras) y no en el motivo (los responsables viejos que se conocen y se odian)
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